Señal Oeste cumple rol social en Argentina


MORENO, Argentina — A lo largo de sus 23 años de historia, Señal Oeste (Canal 5 VHF), se ha convertido en la imagen casi oficial de esta populosa ciudad del conurbano bonaerense.



Por Jorge J. Basilago

Para ello, Señal Oeste contó con la voluntad de su pequeño equipo de profesionales, el aporte de productoras independientes y, sobre todo, la sólida relación con sus vecinos-televidentes. “Lo que siempre tuvimos es la convicción de que los medios cumplen un rol social, por encima de su nivel económico, y eso nos mantuvo vivos con los distintos actores sociales”, dijo la abogada Cristina Santinelli, titular de la difusora desde 1991.

Área de control central de Señal Oeste El canal morenense nació en 1989 como una nueva alternativa dentro de un sistema local de TV paga. Pero al principio, la precariedad de sus equipos técnicos y la inexperiencia de sus responsables mermaron sus posibilidades de crecimiento. Recién con el inicio de la gestión de Santinelli se apostó decididamente por la capacitación del personal, la profesionalización de las operaciones y el respeto por el formato televisivo. Así se conformó la grilla de programación, comenzaron a respetarse los horarios de inicio y cierre y se montaron escenografías específicas para cada programa. Desde ese momento, la pantalla empezó a reflejar el trabajo realizado detrás de cámaras.

“Fue toda una revolución, ya que por esa época los canales zonales no cumplían con esas características”, dijo Santinelli. A partir de estas decisiones, Señal Oeste no sólo comenzó a ganar el gusto de la audiencia local, sino que además se convirtió en una suerte de “canal escuela” en Moreno: casi todos los camarógrafos de la zona surgieron de sus estudios, donde también se les exige asistir a cursos privados o a la universidad para completar su formación.

No obstante el empeño demostrado, la difusora no obtuvo reconocimiento alguno por parte del sistema de cable, que acostumbraba ubicarla en posiciones marginales de la grilla. Pero eso no afectó su relación con la audiencia, que ya la había premiado con su fidelidad. “La gente nos seguía igual, y cuando el cable decidió sacarnos de su programación se realizaron reclamos, presentaciones por escrito y movilizaciones para revertir la medida”, dijo Santinelli.

Era la primera vez que el público de la ciudad respaldaba a su medio, pero no sería la última.

La búsqueda de mejorar artística y estéticamente la propuesta de Señal Oeste se mantuvo durante los 12 años de su trayectoria en la TV de pago. Y se fortaleció, por obvias razones, desde su paso a las transmisiones abiertas. Hoy el canal emite 16 producciones locales, de las cuales el 70 por ciento se realiza en sus estudios; y sube todos sus contenidos a la Web, donde su sitio recibe entre 600 y 1000 visitas diarias.

Vista del área de edición del canal “Creemos que con la combinación de medios empleada (canal más Internet) llegamos a un millón de personas, pero nuestra cifra es estimativa”, dijo la entrevistada, para agregar que las notas destacadas también se difunden a través de su perfil en Facebook.

El canal de Moreno también ha sabido resolver sin demasiados sobresaltos la cuestión de la sostenibilidad económica. Santinelli consideró que las razones principales de su tranquilidad financiera son la facilidad de contar con los ingresos generados por su estudio de abogacía; la austeridad con que se administran los recursos de la difusora; y la forma en que se distribuye la inversión publicitaria. “Los ingresos en materia publicitaria se dividen entre todos los trabajadores que ayudaron a realizar el producto”, dijo. Y enfatizó que el dinero aportado por las producciones independientes se destina a la renovación de equipos y a cubrir gastos de luz y alquiler, entre otros.

“Algunos de los productos artísticos que se desarrollan los fomentamos cobrándoles lo mínimo imprescindible para su mantenimiento, así apoyamos temas que creemos importantes”, dijo la ejecutiva. Por lo general, los productos externos y los espacios cedidos por otros canales zonales pertenecen al ámbito noticioso-informativo, que es asimismo el eje principal de la programación del canal. Por fuera de esta temática, también se difunden algunos envíos musicales y otros relacionados con las actividades de organizaciones barriales de Moreno. A mediano plazo, una de las metas de Santinelli es incorporar contenidos de ficción a la grilla.

Apoyo popular de la emisora
Señal Oeste cuenta con un amplio apoyo popular en su zona de influencia. Y hay varias anécdotas que lo confirman. La más impactante cuenta que, hace unos años, la sede del canal sufrió un incendio que se devoró todos los equipos técnicos. El riesgo cierto era dejar de transmitir por varios meses. Pero apenas 48 horas después, gracias a que su audiencia les cedió en préstamo una casa y algunas cámaras, pudieron salir al aire nuevamente.

Otra situación que evidencia la respuesta del público se relaciona con una campaña solidaria de 2003, para asistir a las víctimas de las inundaciones en el litoral argentino. Tras una maratón de transmisión de 100 horas, la pequeña difusora morenense logró reunir cuatro camiones repletos de mercaderías para los damnificados, además de recibir la visita de más de 300 artistas y grupos musicales, más de 100 instituciones intermedias y unos 60 colegios.

“Todavía nuestra tecnología era muy insuficiente pero fue suplantada por creación, responsabilidad y caridad”, dijo Santinelli. “Esta fue la fiel representación de que los medios de comunicación deben guardar un sentido de solidaridad además de ser entretenimiento”.
Un tema que causa preocupación en Señal Oeste es el impacto de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sobre los canales pequeños y medianos. Si bien la entrevistada se manifestó “de acuerdo” en general con la norma, criticó que esta no contemple un tratamiento específico para los medios alternativos y, en especial, el elevado costo que fija para las nuevas licencias.

“Siempre fuimos ninguneados por las grandes corporaciones y ahora nuevamente estamos en el anonimato, cuando la suma de todos estos microemprendimientos hacemos una masa comunicacional enorme”, dijo.

Con el objetivo de revertir la situación, muchas difusoras locales han comenzado a organizarse para hacer valer el peso del colectivo en la mesa de discusiones. En este proceso se encuentra Santinelli, quien reveló que ha formado parte — como fundadora o socia — de diversas asociaciones de medios. La última de ellas, que creó y preside, se denomina Asociación de Medios de Comunicación Libres del Oeste.

“Espero que la fuente de trabajo continúe, que se evolucione técnica y profesionalmente, que continúen estudiando los trabajadores y podamos lograr productos de calidad”, dijo.

“La digitalización del canal es total salvo el transmisor y el switcher”, dijo Gutiérrez. El equipo de transmisión y la potencia de Señal Oeste fueron armados en forma personalizada, mientras que el mixer es un Panasonic MX50. Además, desde la última renovación técnica en 2009 utilizan cuatro cámaras Sony Handycam HDR-XR550E; ordenadores HP Oliwan TouchSmart y Dell; y dos discos rígidos WD de un terabyte para el guardado del material.

Según Lorena Pereyra, directora del canal, durante 2011 el canal renovó también su software de edición, con la adquisición de un paquete Avid Liquid 7 y dos Pinnacle Studio 12. En tanto, explicó que el equipamiento de sonido se modifica anualmente. “El último año nos abocamos a conseguir programas de computación que nos saquen en horario, durante todo el día, y a perfeccionar imagen y audio”, dijo Santinelli. “Y llegamos a cumplir el 80 por ciento de los objetivos”.

Para 2012, a pesar de las dificultades legales mencionadas, la titular de Señal Oeste señaló que tienen dos proyectos de envergadura: comenzar a emitir digitalmente y conseguir la licencia definitiva. “En cuanto a la televisión argentina en general, espero que se termine con el molde de que 10 programas trabajen sobre las repercusiones de uno solo, así se podrán apreciar otras posibilidades y no siempre la misma”, dijo Santinelli.


Jorge J. Basilago es periodista independiente que cubre el acontecer mediático y cultural desde Buenos Aires, Argentina.