Pos-convergencia: Nuevos campos de batalla: ¿Streamers o el resto del mundo?

Carlos Eduardo Cortés es coordinador de programas de Free Press Unlimited en América Latina. Sus opiniones son personales y no implican necesariamente a dicha institución ni a TV Technology.
Ver lo que quiero, cuanto quiero, donde quiero y como quiero sigue siendo el lema personal del televidente de la posconvergencia.

Por Carlos Cortés

Pasar del televisor a la computadora, y de ésta al teléfono inteligente o la tableta, para consumir contenidos, es una acrobacia diaria de la televidencia multipantalla y multiplataforma.

Por tanto, los campos de batalla por ganar audiencia enfrentan nuevos rivales en terrenos hasta ahora desconocidos. Y la tecnología digital tiene mucho que ver con los resultados.

Los "streamers" o difusores Web, al estilo de Netflix, abundan ahora con todo tipo de ofertas de acceso a televisión por Internet (IPTV), cuya facilidad y atractivo aumentan siempre y cuando el usuario cuente con acceso estable en banda ancha.

Solucionado ese obstáculo, la oferta de cajas mágicas también crece y se diversifica. La gama superior incluye alta definición en 3D, una opción aún por confirmarse como favorita de los usuarios.

Los demás modelos suelen traer reproducción Blu-ray más WiFi incorporado con protocolo de conectividad IEEE 802.3u, una ventaja innegable en términos de facilidad de conexión y aprovechamiento de las redes hogareñas.

Con esos elementos, los fabricantes compiten hoy por incluir un gran número de nuevos servicios de "streamers" como Amazon Instant Video; Blip TV; CinemaNow; Crackle o Hulu.

Y las opciones no terminan en imágenes. La radio Web también reinventa el televisor una vez que se puede acceder con el mismo control remoto a servicios como Pandora, Slacker o Lollapalloza, además de innumerables difusores Web institucionales.

Con las convergencias siempre activas, incluso es posible prescindir de la limitada interfaz del control manual, mediante aplicaciones Web que convierten el teléfono inteligente en control remoto con mejores opciones de escritura para las búsquedas Web en el televisor.

Con estas premisas ya cumplidas, se ha configurado un curioso campo de batalla que enfrenta a productores de contenidos, proveedores de cable y acceso a Internet, y "streamers" que comienzan a ver las señales premium de cable como rivales en su nuevo modelo de negocio.

En 2012, Netflix continúa su camino de innovación con producciones propias: realiza para Estados Unidos la serie británica "House of Cards", y asume la televisión de nicho, gran apuesta de la IPTV, con la continuación de "Arrested Development", una serie cancelada en TV abierta.

Otros "streamers" de menor envergadura se han dedicado a fortalecer sus nichos mediante producciones originales, "minisodios" y oferta de contenidos de cine y televisión.

Por su parte, gigantes del cable como Comcast y su servicio Xfinity han salido al encuentro de este reto con su propia plataforma de 65.000 contenidos en línea, accesibles exclusivamente por sus suscriptores. Mientras que señales especializadas como HBO reempaquetan sus producciones ya emitidas en un acceso Web llamado HBO GO.

El terreno es confuso, pues los traslapos típicos de la posconvergencia suelen enfrentar áreas corporativas que operan indistintamente en espacios de hardware y de software, de aire y de difusión Web.

Por ejemplo, detrás de Hulu se encuentran unas 260 productoras de contenidos, incluyendo a FOX, NBCUniversal, ABC, Criterion, A&E Networks, Lionsgate, Endemol, MGM, MTV Networks, Comedy Central, National Geographic, Paramount, Sony Pictures y Warner Bros.

Sin embargo, FOX, como cadena de teledifusión, también se comporta como un desconfiado testigo de la distribución en línea y protege sus ingresos por publicidad en horarios preferenciales de aire demorando una semana la disponibilidad de sus episodios en Hulu.

Para completar el cuadro, los más de 70 miembros del consorcio "Digital Entertainment Content Ecosystem" (DECE), que incluyen a Sony Pictures Entertainment; NBCUniversal; Fox Entertainment Group; Paramount Motion Pictures Group; Warner Bros. Entertainment, y Lionsgate, han creado un sistema de copias digitales administradas en la nube, llamado UntraViolet.

Pero Apple ha decidido demostrar su poder al negarse a integrar sus productos con UltraViolet, mientras que The Walt Disney Company se mantiene fuera del DECE porque se encuentra en pleno desarrollo de su propio servicio de archivos digitales Keychest.

¿Podrá subsistir el modelo de Hollywood sin reproducibilidad en los dispositivos iPod, iPhone, iPad, Apple TV y las computadoras Macs? ¿Logrará Netflix, verdugo de Blockbuster, competir en igualdad de condiciones con los grandes estudios?

En el sinuoso y viscoso espacio multimedial, no vale la pena pronosticar con bolas de cristal, pero sí es conveniente prestar atención a estos desarrollos, porque están definiendo el presente y el futuro de la televisión digital.


Carlos Eduardo Cortés es coordinador de programas de Free Press Unlimited en América Latina. Sus opiniones son personales y no implican necesariamente a dicha institución ni a TV Technology.



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