Fabián Jaramillo sobre el estándar TDT


A finales de marzo, Ecuador adoptó oficialmente el estándar japonés-brasileño de TDT para sus transmisiones. Jorge J. Basilago conversó al respecto con Fabián Jaramillo, el Superintendente de Telecomunicaciones de ese país, quien tiene a su cargo el proceso de implementación de la nueva tecnología.

TV Technology: ¿Qué prioridades tendrá el plan de migración en lo inmediato?
Fabián Jaramillo:
De aquí en adelante nos toca una marcha a paso forzado, porque habrá situaciones que van a desencadenar exigencias del público. Eso obligaría al organismo de regulación y de concesión a dar una respuesta casi inmediata.

Pero para poder hacerlo, es indispensable realizar cambios en el ámbito legal y regulatorio de las telecomunicaciones, que implican la anuencia de otros organismos como la Asamblea Nacional, que no siempre tiene el tiempo en su agenda para atender estos temas. Tal vez, aprovechando un apéndice de la ley de comunicación, se incluyan ciertos aspectos que puedan facilitar el camino para la implantación de la TDT. Pero en estricto sentido, debería haber una modificación expresa de la norma vigente, para que pueda darse fluidez a la implementación.

(NdeR: Al cierre de esta edición, la Asamblea Nacional no tenía bajo análisis ningún proyecto de ley de telecomunicaciones, mientras que los tres proyectos de ley de comunicación se encontraban estancados.)

TVT: ¿Cómo se apoyará a los canales que no puedan hacer frente a la transición?
Jaramillo:
Esa es una de las preocupaciones que alargó un poco el análisis para tomar la decisión más adecuada. Por un lado buscamos que haya créditos de los promotores de los estándares, para que las inversiones no sean demasiado exageradas. Por el otro, creemos que debería procurarse la compartición de infraestructura de manera que bajemos los costos. En nuestro análisis se ve claramente que si cada operador hace la migración por su cuenta, cuesta mucho más que si se comparte entre dos o entre cuatro la infraestructura.

La ley actual ha obligado a los operadores a ser absolutamente egoístas y cada uno tiene su antena, su sistema de transmisión, su enlace, su torre, etcétera. Es decir, hay una multiplicación de esfuerzos innecesaria. Quizás en Quito podríamos tener una o dos torres de televisión y con eso cubrir a toda la ciudad. Lo mismo podría replicarse en las principales ciudades del país. Eso da lugar a economías de escala, y dará lugar también a que sinceremos ciertas situaciones que responden a otra condición de operación y sobreviven más por capricho que por verdadero negocio.

Por lo tanto creo que el proceso que viene es, primero, educativo. Luego, de demostrar que hay ventaja en la economía de escala. Tercero, que en estas asociaciones también podrían salir beneficiados los operadores, porque esto va a obligar a que tiendan a agruparse para ser mucho más eficientes en cuanto a la parte operativa y más efectivos en cuanto a la comunicación que puedan realizar.

Además podría multiplicarse la producción, los programas en vivo; hay muchas opciones que se podrían desarrollar. Sobre todo con los nuevos contenidos digitales.

TVT: ¿Producirán los decodificadores localmente o deberán importarlos?
Jaramillo:
Ese es un tema fundamental para que la TDT se desarrolle, y por eso fue motivo de preocupación particular en el análisis de las respectivas normas. Hay compromisos de parte del gobierno japonés, particularmente, de producir o distribuir decodificadores de costo reducido. Estamos hablando de precios FOB del orden de US$30, de manera que puestos en Ecuador pudieran, exageradamente, duplicar ese costo.

Pero la razón esencial por la cual podríamos emprender la producción local de decodificadores — que únicamente tendría sentido si conseguimos economías de escala para reducir de manera significativa los costos — sería que haya una verdadera transferencia de tecnología. Es decir, que dentro de poco tiempo ya no solamente seamos ensambladores o "copiadores" de tecnología, sino que seamos productores, personas que estemos en capacidad de desarrollar nuevos elementos tecnológicos que puedan ser utilizados no sólo a nivel nacional sino internacional.

TVT: ¿Cómo encararán la formación de los profesionales necesarios para estos desafíos?
Jaramillo:
Hay unas relaciones esenciales que ya se han fomentado entre Ecuador y Brasil, o entre Ecuador y Japón. Pero hay que fortalecerlas y desarrollarlas, porque en la historia pasada no hemos tenido un gran nivel de cooperación con estos países.

Y por eso creo que también la visión de nuestras universidades tendrá que ir modificándose en cuanto al enfoque, a los contenidos, al desarrollo de nuevos cursos de pregrado y posgrado que den respuesta a las exigencias que se presentarán de aquí en adelante. No conozco ninguna universidad que hoy, en el país, ofrezca una carrera o contenidos relacionados con la TDT. Por lo tanto el desafío inmediato es, quizás, producir algunos cursos de posgrado, para que los profesionales formados en esos niveles puedan retroalimentar a las carreras de pregrado.

TVT: ¿Cuáles son las fortalezas que Ecuador puede explotar para aprovechar mejor la implementación de la TDT?
Jaramillo:
Están del lado de las aplicaciones, en el software y el desarrollo de contenidos. Consideramos que hay una capacidad real de gente que tiene mucha imaginación y creatividad, que deben ser explotadas de manera inmediata.

Eso daría lugar a la conformación de empresas u organizaciones que comenzarán a producir nuevos espacios de trabajo y de aplicaciones, que no necesariamente debemos pensarlas en la manera esquemática tradicional, sino que pueden ser aplicaciones conexas o absolutamente diversas a lo que es un programa de televisión y que podrían estar relacionadas con teleeducación, telemedicina u otros aspectos.

Por tanto, creemos que hay un nicho de negocios futuro para un grupo humano bastante considerable dentro de Ecuador; que podría comenzar a trabajar en la producción de contenidos digitales para ser consumidos por los operadores de telecomunicaciones a escala internacional.

TVT: ¿Qué objetivos se han fijado para este año?
Jaramillo:
Yo esperaría que al final de 2010 ya esté operativo al menos un canal de televisión con señal en estado digital. Igualmente, aspiraría a que en este período ya hubiésemos superado la parte regulatoria. Es decir, que las reglas de juego estén dadas de manera que las operadoras sepan exactamente a qué atenerse: si van a poder mantener su infraestructura; si podrán migrar al mismo tiempo; si serán objeto de nueva concesión; si van a conservar los seis megahercios o una asignación reducida, etcétera.

Lo restante ya será la fase de implantación, de promover que haya suficientes televidentes e, igualmente, incentivos para que los canales — que harán importantes inversiones, particularmente los de HD — lancen su señal al aire. Eso tiene que venir de la mano con algunas acciones regulatorias que deberían promover y dar una prioridad a los canales de HD.